LA MUCHACHA CIEGA

Esa mañana iba con el firme propósito de encontrar a Dios y algo de paz en asuntos que me atribulaban. Entré en la iglesia de  San Francisco y recorrí su larga nave buscando su sagrario, pasando por delante de esa Virgen  que lleva grabado en su corona el nombre de mi madre. Mi abuelo, queSigue leyendo «LA MUCHACHA CIEGA»