En este Jerez nuestro, dormidas en la nostalgia del tiempo que se nos fue, aún quedan en el recuerdo las imágenes de aquellas viejas barberías de brocha, navaja y jabón, en las que mi amigo Pepe aprendió a abrirse camino en la vida. No era más que un niño cuando en una vieja barbería deSigue leyendo «EL PELUQUERO DE OBISPOS»