Allá, en la penumbra de la capilla sacramental de San Mateo, apenas delatado por la luz que emana del camarín, hay un matrimonio que reza. Jesús sacramentado está perennemente presente en el precioso sagrario del viejo templo jerezano, siempre custodiado por su madre, María del Desconsuelo y por su inseparable San Juan, ausente en laSigue leyendo «UN MATRIMONIO QUE REZA»