A MI HERMANO ISAAC CAMACHO

Acababan de diagnosticarle la misma enfermedad que se llevó a su padre junto a la Virgen del Rocío;  el mismo que le enseñara a amarla y a rezar al Señor de las Penas. Esa misma tarde, me lo encontré en Aladro ante el monumento que recuerda el amor que Jerez siente por la reina deSigue leyendo «A MI HERMANO ISAAC CAMACHO»