La vida sigue…….Pensaba desde mi terraza de Sanlúcar de Barrameda en esta fresquita mañana de un julio que ya se nos marcha. La gente paseaba siguiendo el azul del Guadalquivir hasta Bajo de Guía. Otros desayunaban plácidamente en el chiringuito, donde se respiraba la brisa de la bajamar, o había quienes se apoyaban en el barandal del paseo marítimo que, más allá de la playa, contemplaba las doradas arenas y los verdes pinos de Doñana.
La vida sigue y vivimos ausentes de los males del mundo que también siguen existiendo aunque no queramos verlos; la guerra en Ucrania, las miserias de pueblos olvidados, los que luchan por salvar nuestros bosques de manos incendiarias, los que trabajan por la paz y por la justicia jugándose sus vidas… ¡Son tantos!
La vida sigue y aquellas vidas de los desheredados de la tierra también siguen entre sudores, sangre y lágrimas por causas que parecen lejanas pero que son tan humanas como las nuestras.
Pensamos que estamos alejados de todos ellos. Que sus sufrimientos no son los nuestros, que sus problemas nunca llegarán a nuestras confortables vidas. Pero llegarán tarde o temprano cuando seamos agraciados con el cupón de las desgracias y con ellas también el de nuestros propios sufrimientos.
En la ruleta de la vida hoy puede salir rojo y mañana negro. Hoy podemos ver un horizonte azul y mañana lo veremos gris. Hoy sale el sol y mañana se pondrá en el horizonte entre las nubes de nuestras desdichas.
Y mientras salga el sol… ¡No pasa nada!; seguimos en nuestra acomodada vida con el convencimiento de que es mejor no pensar en males ajenos aunque, a la tarde, llegará el ocaso de nuestras alegrías.
Quizás por todo ello no dejo de pensar en “los otros” y aunque el hecho de pensar no es suficiente, al menos es necesario para hacer algo de justicia. Es un primer paso para darnos cuenta de que la vida que tenemos es prestada y que, en buena parte, nos la han regalado otros sacrificándose a cambio por nosotros.
En su empresa contra la tiranía, la opresión y el fanatismo, otros seres humanos luchan, sufren y mueren por nuestra libertad y por los valores que llevan a ella. Cerca o lejos de nosotros, gracias a ellos, nuestras vidas siguen….
Porque hoy luchan otros y mañana puede que tengamos que luchar nosotros, o bien, como algunos proclaman, ceder a las exigencias de los tiranos para no derramar sangre inútilmente aunque en el futuro, cuando esa opresión sea insoportable, se acabe derramando la sangre de nuestros propios hijos.
Puede que no tenga sentido para muchos egoístas ignorantes el esfuerzo abnegado de misioneros, soldados voluntarios por causas justas, trabajadores incansables de ONG, gente que se entrega por los demás sin recibir nada a cambio….
Al menos, lejos de inútiles e hipócritas buenismos, pacifistas proclamas o interesadas voces del “no a la guerra” (especiamente cuando esas guerras van en contra de sus posicionamientos e intereses partidistas), por respeto a los que padecen y mueren por causa de nuestra libertad, hoy entono agradecido este humilde canto de alabanza.
Paco Zurita
Julio 2022